¡Madre mía de mi alma!, ¡vaya odisea para pasar un
reconocimiento medico de la empresa en un sitio que no conoces y que no has ido
nunca!.
Tenía que estar en el sitio a las ocho y media y he llegado
a las nueve y diez… salgo de casa a las ocho menos cuarto, porque yo soy muy
puntual… y muy bien. Llego al sitio y lo veo lleno de redondas, con lo mal que
se me dan, pero no veía el edificio por ningún lado… y venga redondas, y venga
vueltas y el reloj “acelerao perdío”… Desesperada ya, me paro y veo unos
señores, por cierto muy amables, por la baldosa y les pregunto… y me dicen que
no voy nada bien por donde voy… mi desesperación aumenta… me lo explican muy
bien y me voy otra vez a redondearme la vida… y venga redondas y venga
correntillas y los coches a esas horas que van rapidísimo… ¡por fin veo los dos
enormes edificios, a los que yo pensaba que sabia ir, pero que no!.
Me pongo a dar vueltas en torno a los edificios pero no
consigo dar con la calle que me lleva a la puerta, porque todo es prohibido… y
me pongo a dar vueltas y más vueltas. Ya aburrida y tardísimo, veo un taxista
parado y le pregunto que por donde se llega a la p… puerta de ese sitio… y me
dice… “¿ves esa callecita al lado de los arboles?, pues por ahí te lleva
directa”… ¡Dios!... ¡estaba superescondida la entrada!... pero claro, no había
sitio… ¿Quién te crees que eres Coni?... y me pongo a dar vueltas otra vez
buscando sitio… y ya le pregunto a una señora que si hay parking publico por ahí
cerca y me contesta que tengo que salir otra vez a la avenida, dar la vuelta a
la redonda y volver por un lateral y ahí está la entrada del parking de los dos
megaedificios. ¡Por Dios!... lo hago y me meto en el parking, no sin antes
equivocarme dos veces de lateral y tener que dar otras dos vueltas a la redonda…
Me encuentro con un gusano y me dice “hola”… le digo “hola” y me dice que no
todo lo que veo es lo que parece… uy… ¡ya me lo veo venir!.
Me meto en el parking… y no me lo podía creer… ¡tres plantas
de parkings debajo de la tierra!... ¡¡¡pero porque!!!!... en la primera, ponía
que era de hotel y estaba prohibido, sigo bajando y en la segunda me meto… todo
limpísimo, pero cuatro coches y un parking inmenso…”sea lo que el cielo quiera”…
aparco y me encuentro dos ascensores… ascensor A y ascensor B… y veo al bicho
ese de “dentro del laberinto” que me dice… si la puerta A te dice la verdad y
la puerta B miente… ¿os acordáis?... me meto en la puerta B, no por nada, si
no, porque era la más cercana, porque mi ansiedad iba en aumento, ya sabéis lo
poco que me gustan esos parkings. Entro al habitáculo donde estaba la puerta
del ascensor B, que era como un pasadizo oscuro y veo la puerta. Corro, lo
llamo y me salgo al parking hasta que llegue. Llega, me meto corriendo y le doy
a la planta seis. Cuando iba por la planta cuatro, me dice que introduzca el código….
¿perdona?... me quedo mirando el chisme ese donde van las teclas de los pisos y
no había nada, solo botones para ir y venir… y se para y me vuelve a decir que
introduzca el código… ¿pero qué código?... se para y me lleva otra vez al sótano.
Mi corazón ya no sé si latía o iba a caballo… le doy otra vez al botón pero
esta vez se para en la planta uno y se sube un señor… que yo creo que era David
Bowie diciéndome “Sara, devuélveme al niño”… ya sabéis, por lo de “dentro del
laberinto” y tal… le pregunto que en qué planta están los médicos y me dice que
en la ocho. Le cuento lo del código y me dice que eso es en la planta ocho y si
la pulso me lleva directamente… ¡madre mía!... a partir de ahora deberían de
llevar los ascensores manual de instrucciones… saco mi pintalabios y voy
dejando marcas.
Entro, paso mi reconocimiento… (no voy a ponerme pesada con
ello, aunque debería contarlo, pero no). Cuando acabo, me bajo a la planta de
donde se supone que vengo… pero no, no estaba mi coche. Me pongo a dar vueltas buscándolo
entre ¡cuatro coches!... que ahora había muchos más, pero no estaba… entro otra
vez al ascensor y me bajo otra planta… pero cuando quiero salir a lo que es el
parking… no había manivela… ¡y el ascensor que se cerraba! ¡y la llave de la
luz no la veía!... ¡ahhhhhhhhhh!... me meto corriendo en el ascensor otra vez y
vuelvo al sótano “B” o “A”, o “C”, o ¡no se qué sótano estaba ya¡… pero el
miedo había desaparecido… ahora solo tenía un cabreo megagigante… y nada, que
no encontraba mi coche… y me pongo a dar vueltas y más vueltas… cuando de
repente oigo como si alguien activa una sierra mecánica…¡oh my God!... me pongo
a correr por todo el parking, se me cae la rebeca, la cojo, me resbalo, miro
hacia atrás por si viene el tío de la sierra… y al torcer una columna enorme, ¡ahí
estaba el tío de la sierra mecánica!... era un señor subido a una maquinita
limpiando el suelo… pero me vio un poco rara y me pregunto que qué me pasaba… y
le explico y me dice que lo mejor es que suba y baje por las rampas, que esos
parkings no suelen tener trafico… y así lo hice… (yo creo que ese señor era Hoggle…
casi me pide una pulsera de…¡plastico!) , y en uno de ellos, estaba mi coche
tal y como lo había dejado… el pobre, esperándome… si supiera hablar, seguro
que me habría llamado con su claxon... y menos mal que los resultados clínicos han
valido mucho la pena… con lo guay que se pasa el reconocimiento en mi pueblo…
un edificio rodeado de un jardincico, “tó bonico” su bar al lado para el
cafelico… y unas rayas blancas preciosas en el suelo, al sol, en las que caben
un montón de coches.
Me encantaaaaa!!!! Pero como lo hacesss?? me asombra tu don de contar las cosas asi por escrito y hacer que lo viva contigo...ayyy que hasta he tenio q coger aire de la panzaaaaa de correr que me he dado contigo en el parking..jajja me parto. Eres genial no dejes de contarnos cosas nuncaaaaaaaa. TE SUPEREQUETEQUIERO
ResponderEliminarTren
ay Coni...como te entiendo...yo los odio , y eso que hago foto con el movil y todo, pero aun asi el coche nunca esta donde tu piensas que lo has dejado...has descrito perfectamente lo dificil que te lo ponen a veces!!!! me ha pasado como Tren, que me he agobiado yo tambien...te quiero Coni!!!!
ResponderEliminarPORRI
jajajajaja yo también te entiendo Coni, se pasa fatal cuando no ves nada y encima oyes ruidos raros y para colmo es super gigante el parking jajaja. ay pobre lo que hay que sufrir, yo prefiero no hacerme revisiones jajajaja.
ResponderEliminarun beso enorme guapa.
caco
ME ENCANTA!!!!
ResponderEliminarMe encuentro un gusano y me dice HOLA!!
Pero cómo eres tan genial??
Un abrazo Acnuroide guapa
Menudo día. De esos que sin hacer algo especial no se olvidan nunca. Te iba a decir que un día perdí el coche y no fue asi... perdí la memoria y lo estuve buscando más de una hora. Menos mal que mi pelocho me acompañaba que si no pido cita para el psiquiatra. Me ha encantado como lo relatas. Un beso!
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