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Mostrando entradas de abril, 2012

haciendo cuentas

Cuando tenía doce años, una noche cualquiera, sueño que entro a una sala. En esa sala hay cajas cuadradas de madera con un cristal…parecido a las maquinas que hay ahora expendedoras de bocadillos y chucherías…pero a esa máquina le salían unas palancas a los lados….me acerco y miro. Dentro de la maquina hay una pantalla donde se podían ver dibujos animados. Recuerdo que vi una barquita india y un indio dentro. Iba rio arriba. A los lados había vegetación y recuerdo que el rio era azul fuerte, turquesa. Me apoyo en una de las palancas y el barquito se para y el indio rema hacia atrás. Miro la palanca y la cojo…la muevo y el barquito iba hacia donde yo movía la palanca. Fue un verdadero placer y la sensación que tuve al despertar, es la misma que mis sueños premonitorios. A los quince años, un amigo mío tiene un accidente de coche con sus padres  y por mi obsesión de que se pusiese bien, porque quedo muy mal el chico, sueño que voy en un coche y conduzco yo….a esa edad, los

mi amiga Carmencita.

Mi amiga Carmencita tenía seis años, como yo por aquel entonces. Vivíamos en un poblado donde hacen muy buen vino…y siempre estábamos jugando las dos, yo inventando cosas buenas y ella me seguía a todas partes. La pobre, no era muy espabilada, pero era muy buena chica. Un día, nos vamos detrás de las casas nuestras, que había un campo y se me ocurre decirle a Carmencita que la empino a un árbol para coger un nido que estaba viendo desde el suelo. Ella ni corta ni perezosa, le pareció buena idea y yo me agacho para que se suba encima de mis hombros….pero se caía, claro yo tenía la fuerza de un petardo “mojao”…y ella no salía del suelo…a todo esto, vemos al dueño de los arboles salir de la casa y oímos que nos dice….”fuera, fuera de ahí, que me estáis pisando la plantación”….yo entonces, no sabía ni de plantaciones ni de nada, pero nos asustamos y echo a correr…mi amiga Carmencita, se queda mirando al tío toda seria y el tío que venía a por ella…cuando se da cuenta de la movi

el día que aprendí a nadar

Aprender a nadar no es cualquier cosa. Uno hace lo que sea por aprender a nadar, pero de ahí a perder todo el glamour….aprendiendo a nadar…..¡y más si te enseña tu ligue! A mis 16 años más o menos, estábamos en la playa toda la pandilla, porque antes había y se llevaba eso de tener una pandilla….y era como una secta…”¡tú no entras!”, “¡tu si entras!”…hacíamos hasta reuniones cuando quería entrar alguien a formar parte de la pandilla…Éramos un “puñao”….y claro, en esa pandillita, siempre estaba el nene que te gustaba y que tu le gustabas a él, pero solo había coqueteos por aquel entonces. Pues estábamos en la playa…que si que bien te sienta el bikini, que si vamos a comprarnos una fánta, que si no me tapes el sol ¡que te meto!, que si esto y que si lo otro. Y a mí me gustaba un nene muy bonico…que se llamaba….¡no lo digo! Que seguro que le conocéis….bueno, pues viene el nene guapo y se sienta a mi lado y me dice….Coni, ¿sabes nadar? Y yo “to chulica”….”pues claro que se

el festival de rock

Cuando tenía 18 años, más o menos, íbamos a un sitio de playa donde hacían conciertos de rock…A mí me gustaba cuando venia Leño y Barón Rojo…que delicia jejejeje, no me perdía ni un concierto. Iba con una amiga y un amigo. Mi amigo era algo parecido al “barajas” de la serie Aida….un poco mas espabilado, pero no mucho y mi amiga era una chica muy sensible e inocente. Un fin de semana, venía a cantar Leño y claro, nosotros, locos perdidos, que queríamos ir pero no teníamos coche ni cabíamos con ningún amigo que fuese….y pensamos lo que pensamos, nos plantamos en medio de la carretera para hacer auto stop. Nos para un coche, pero nos deja a unos 50 kilómetros de ese sitio a dónde íbamos…(por aquel entonces, no había autovías, solo carreteras y caminos de cabras)…Nos ponemos a caminar por una carretera a las afueras de la principal, que nos llevaría a la playa….y nos ponemos otra vez a hacer auto stop…a todo esto, mi amigo como el barajas, iba ya muy cansado y renegando…que a v

mi fresa Lola

Tengo una fresa que se llama Lola…la planté un día mientras estaba sola y aburrida….Lola es un nombre precioso y por eso decidí llamar a mi fresa, Lola. Mi fresa Lola, es preciosa….es roja y jugosa y tiene casi vida propia. Es muy pequeña, mucho, tanto que tengo que tener mucho cuidado que no se marchite. Mi fresa Lola tiene un curro y hace las tareas de casa y le encantan los perros….A mi fresa Lola le gusta mucho jugar al resident evil y le gusta también coleccionar comics, los tiene de todo tipo y de todos los tiempos….que bonita es mi fresa Lola….es muy calladica, ¡claro si es una fresa!, pero tiene unos auriculares que lo flipas, no me extraña que sea tan calladica…si no es posible que oiga nada, ¡oiga!. Y  vosotros os preguntareis….¿cómo va a hacer todo eso una fresa?...¡pues si! Hace todo eso y muchísimo más, porque aunque es una fresa, ya he dicho que tiene vida propia…y habla y sueña y ríe y canta y juega y curra y va al súper….hace muchas cosas mi fresa Lola….

la sombra

Hace viento…estoy en casa sola….oigo ruidos….En casa hay una buhardilla que aun esta de obra  y hay trastos viejos….oigo el tintinear de algo metálico en el patio…me asomo y no hay nada pero sigo oyendo los ruidos en la buhardilla. Entro en casa y me siento a jugar con el ordenador…me sobresalta otro ruido en la buhardilla. Cojo las llaves y subo muy despacio….en las ventanas que dan al patio, veo una sombra…me asusto y bajo a la casa. Bebo un vaso de agua y me siento a que se me pase el susto y oigo mi corazón latir…bum bum…bum bum….bum bum….pongo atención y el ruido ha desaparecido. Hago otro intento de subir…lentamente…despacito….abro con las llaves y entro. No se ve casi nada porque esta muy oscuro, pero llevo el móvil y lo enciendo y me alumbro con la luz de la pantalla…lo enfoco hacia todas las direcciones de la buhardilla….y….veo en un rincón una figura….grito y bajo corriendo las escaleras…¡Dios mío! ¿Qué ha sido eso?...ya no quiero subir, no quiero saberlo. Pasa media

¿enamorarse?

¿Qué es estar enamorado?...me pregunto yo cada día que pasa….y he llegado a la conclusión, que me imagino que los antropólogos también, que el hombre se enamora para procrear…y cuando se pasa el enamoramiento, pues buscamos otra pareja para volver a procrear. Pero lo hacemos de una manera muy rara e inconsciente, porque no sabemos que buscamos pareja única y exclusivamente para procrear, lo demás son paparruchas. Los perros, por ejemplo, para enamorarse se huelen el culo, procrean y a otra cosa mariposa, pero nosotros los humanos…no nos vamos a ir oliendo el culo…¡nos besamos!, que no se yo lo que es peor, porque oler un culo, no lleva tanto riesgo como dar un beso y revolcar lenguas, intercambios de salivas y demás. Pero no contentos con eso, lamemos cosas que no tenemos que lamer, también por higiene…pero como somos humanos, pues se nos perdona todo...¡ah, soy humano oiga!, lo siento… Y luego está el mal rollo que le hemos dado a hacer el procreamiento. Los perros, por ejemplo, lo

dando la nota

Resulta, que a mí me encanta jugar en el ordenador a los juegos de búsqueda…y encontré una página de donde me los bajaba…en esa pagina había un chat que cierto día descubrí y como me encanta hacer amigos y hablar con la gente, pues yo, ni corta ni perezosa, me pongo a hablar por ese chat…”hola”…digo siempre…y si no me contesta nadie, pues me pongo a gritar….”ayyyyyyyyy, no habla nadieeeeee” y cosas por el estilo…y veo que entra trencitas, desconocida para mí por aquel entonces. Yo hablaba sin parar sola, y leía que solo se reía y jajaja y jajaja y jajaja…y resulta que se estaba riendo de las cosas que yo ponía a mi bola…el caso es que fue muy amable y me hizo miembro del chat…es decir, me pinto de azul…es decir,  me dio la opción de ser amiga. Pues siempre que  yo entraba al chat, ella reía y reía….y nos hicimos amigas. Un día descubrimos que vivimos a 50 kilómetros de distancia y que por qué no nos conocíamos personalmente….”vale, guay” ….pues quedamos y yo la única referencia que t

la bella sobante

Aurelia había nacido en la más absoluta riqueza…hija de reyes. En su bautizo, fue invitado todo el reino menos……..¡Malósica!....”¡no me habéis invitado a esta fiesta!” decía Malósica, mientras sacaba un recogedor de basuras que llevaba como barita mágica…”¡Aurelia dormirá mil años porque al cumplir los quince, se pinchara con una aguja de tatuar pieles!”….y Malósica desapareció entre nubes y ruidos de latas y petardos. En todo el reino, fueron prohibidas las agujas de tatuar pieles…¡todas! hasta que Aurelia cumpliese al menos los treinta. El mismo día que cumplía los quince, Aurelia paseaba por su castillazo….cuando descubrió unas escaleras que subían al ático….”¿Dónde conducirán?”…se preguntaba ella toda intrigada….y se dispuso a subirlas…”ummm…esto me suena” se repetía una y otra vez. Al llegar arriba, vio como el cocinero y la jardinera se revolcaban en un catre que había ahí…..”¡ay, lo siento, no miro, no miro, pero debéis iros que mi maire os está buscando!”, les recrimino a ambos

todo lo que te diria

Y, un, que guapo eres, es lo que te digo cada mañana….y un te quiero es lo que te diría a los ojos cada dia….y un, “hola”, es lo que me gusta que me digas cada mañana. Y un, cuanto te necesito, es lo que te digo mientras lavo los platos, friego el suelo o barro la casa….todos los días. Y, un, cada dia me encuentro más agusto contigo…es lo que te diría cada vez que te imagino a mi lado….mirando la luna….comprando margaritas o haciendo café. Un, buenas noches….me encanta….un, que bien te sienta ese peinado, me apasiona…un, que bonita estas cuando duermes, me vuelve loca….y un, te quiero cada dia más….me eleva a las estrellas. Un, ¿cenamos juntos?...es lo que me encanta oir, aunque no cenemos a solas….y un, buenas noches mi amor….es lo que me hace dormir contigo…..un…y ¿Qué mas?.

el eco...

A veces, cuando me pongo a pensar, se me viene a la cabeza mi barrio….y oigo su sonido con eco…la pescadería de debajo de casa que abría a las seis de la mañana y escuchaba el camioncito que traía el marisquito y el pescado. Recuerdo que el hijo de la pescadera se lo colocaba todo para cuando abriese a las siete y media, todo estuviese dispuesto….oigo el eco de las cajas y los trozos de hielo caer sobre el pescado bien colocado. También oigo el eco de la tienda de la esquina de mi calle…una tiendecita de las de toda la vida, donde solo vendían delicatesen….los mejores panes caseros, la mejor carne fresca, los mejores huevos….despachaban un matrimonio…recuerdo que entraba y decía….”¿tienes huevos?” y me contestaba el marido…”al menos dos si” …o le preguntaba….¿tienes conejo? Y me volvía a contestar el marido….”uno seguro que tengo” mirando a su mujer….que tiempos, lo veo todo tan lejano….En navidad, solía comprar un bonito salado…y entraba y le preguntaba…”¿tienes bonito?” y el hombre