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Nochebuena

Y me despierto y son las siete de la mañana, aún tengo sueño pero no me quiero perder asomarme al balcón y sentir que el mundo, a esas horas, es mío porque todos duermen, al menos en esta parte del planeta… me preparo un café y me siento en la terracita. Se para un gorrión en la barandilla, y me mira. Me quedo muy quieta, no me atrevo ni a mover la taza, pero la cojo y el gorrión sigue ahí y le hablo. Me sigue mirando y se sube en la mesa. “¡qué mal no tener una miguita de pan a mano!”. Me levanto suavemente de la silla y voy a la cocina. Vuelvo pero el gorrión se ha marchado. Voy a sentarme y ¡susto!, el gorrión está en la silla. Le dejo las migas de pan y no huye, se las picotea. Me siento en la silla de enfrente muy despacio y el gorrión sigue ahí picoteando. Se sube encima de la mesa y me mira y yo lo miro. Tuerce la cabeza y veo que quiere más pan, lo llevo en la mano y le desmenuzo más migas y se las dejo encima de la mesa. Me vuelve a mirar y yo no le quito la v
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LAS COSITAS BELLAS DE LA VIDA

De bien pequeña mi madre ya me decía que me gustaban todas las cosas raras… ella lo llamaba así, pero lo que me gustaba eran las películas de miedo, la novela negra, las fotos de caras feas, los cementerios… hay verdaderas maravillas de cementerios como por ejemplo el de Highgate en Londres, o el cementerio de Arlington en Virginia… o los que hay en las ermitas de los pueblecitos de España. Me gustan las casas de mis amigos que se salen de lo normal. Tengo unos amigos que tienen una casita de madera en las afueras de mi ciudad, que todos los adornos de la casa, son cosas muy antiguas, como por ejemplo un reclinatorio, tienen un confesionario en el recibidor, un bastón de la Santa Compaña… no se… es espectacular su casa y para su aniversario de boda, que fue un 31 de octubre, lo celebran haciendo una fiesta de Halloween en su casa y preparan hasta un pasaje del terror… es un placer siempre ir a visitarlos. Yo veo bello lo que a otras personas les horroriza y para ser si

Hoy es hoy

Hola papi, hoy seria tu santo en este plano donde vivimos ahora, por eso te escribo esta cartica, aunque me acuerdo de ti todos los días. Por aquí las cosas están mas o menos disparatadas, nada sigue igual que cuando tu estabas… la vecina tiene un gato que salta al balcón nuestro y me pasma viva cada vez que lo hace, ya sabes el grandísimo respeto que le tengo a los animales, yo en mi hábitat y ellos en el suyo, aunque si veo que le hacen daño a alguno, me tiro llorando tres días. Pues el gatazo, se mete en nuestra casa por el balcón y se sienta en la silla y cuando salgo, pego un grito que sale despavorido… lo malo viene por la noche, que me acuesto y tengo que cerrarlo todo y no veas con el calor que hace… es por si se mete en el cuarto y me mira… ¡que estrés por favor!. Te lo cuento porque se como te ríes con este tipo de cosas. Tengo una cafetera nueva que hace un café espectacular… seguro que te encantaría, con lo que a ti te gusta el café y leer la prensa… tiene

No fué un sueño

Tengo doce años. Acabo de conocer a un chico que me gusta mucho… Entonces no había móviles, ni ordenadores personales, ni tabletas… ¡nada! ¡no había nada! solo teléfonos fijos que nadie usaba porque eran muy caros. No tenía a quien contarle que me gustaba ese chico… era muy joven para esas cosas y mis amigas eran unas chivatas, así que, me las guardaba para mi sola. Recuerdo aquel día, todo era oscuridad, apenas me podía mover… oía la radio de mi madre muy lejana… Mi mente volaba a los lugares más insospechados, montañas llenas de flores, playas llenas de algas meciéndose al compas de las olas… en un vaivén suave, silencioso. Recuerdo sed, calor, sin poder moverme aún… sudor corriendo por mi frente, seguía escuchando la radio de mi madre y un anuncio de cacao… ¡estaba en el espacio!, ese espacio donde todo es silencio, donde todo está oscuro, donde hay ruidos sordos, lejanos, enlatados. Ese espacio donde no te puedes mover, donde tienes hambre y no puedes comer, donde

Aquel museo

Hace un tiempo, bastante tiempo, fui con mi hermana Ana a un museo de arte contemporáneo… que ya la conocéis, que es mas graciosa que las pesetas mi Ana. Entramos las dos ahí como si entendiésemos algo, nos ponemos nuestras gafas de ver de cerca y nos ponemos a mirar la primera sala, donde no había nada, solo un palo apoyado en la pared, pero vimos a la chica de seguridad ahí toda asegurándose… y pensamos… “pues el palo este de la fregona es una obra, vamos a mirarla como si no hubiese un mañana”, que mi hermana me decía, “pobre chica, lo contenta que se pondría cuando le dijesen que iba a custodiar una obra de arte y cuando viese el palitroque este, ¿qué pensaría la mujer?... y las dos venga a reírnos y la mujer nos miraba de reojo… y yo le decía a mi hermana… “y nos estará vigilando para que no nos lo llevemos o no lo toquemos”… y otra vez a reírnos, procurando siempre que no nos oyese la pobre chica. Nos vamos a otra sala y en esta sí que no había nada, pero había g

La foto

Hace un par de semanas, fui a hacerme unas fotos de carnet porque se me iba a caducar el documento de identidad y como soy extremadamente meticulosa, pues no quería que llegara ese día que me caducase sin ir a renovármelo. El día que me tocaba hacerme las fotos para ese documento, me arregle más de la cuenta, me maquille y todo y puse especial atención. Me fui al trabajo y me lleve mis pinturas de la cara, porque, como iba a estar todo el día en el trabajo, pues al salir supuse que se me descolocaría un poco el maquillaje y así me lo podría retocar. Me voy al fotógrafo, con mis ojos pintados, ritmel (que casi nunca uso), maquillaje, colorete y pintalabios. Entro y le digo al chico que quiero hacerme una foto para el carnet de identidad, que ponga especial atención en los requisitos, que no quiero problemas. Me hace unas cuantas hasta que veo una en la que salía medio bien… y le digo que esa. Me voy a casa con mis fotos tan contentica… y al día siguiente pido mi cit

Realidad irreal

Esta mañana he vivido una aventura inigualable… al menos para mí. Bajo las escaleras mecánicas en busca de una funda en condiciones para mi teléfono móvil. Voy con mijica y mi cacoli. Me acerco al mostrador porque no encuentro las fundas. Espero porque hay cola y la chica está atendiendo a otras personas. Como soy una trajinanta, veo en el mostrador unas gafas con gomas a los lados enormes, parecen casi un casco. Llevan acoplado un móvil igual al mío. Por dentro llevan dos lentes sospechosas, me las pongo y no se ve nada, trajino los botones y espero… ¡Madre del amor hermoso!... Me quedo con los dedos de los pies abiertos, me veo en una sala con luz de esa negra que se ve todo lila… giro la cabeza y se ve todo alrededor. Se vuelve negra la pantalla y me veo en el espacio con la tierra bajo mis pies y un meteorito que viene hacia mí. Me quito las gafas corriendo porque me da un vértigo que me muero y las dejo en su sitio. Mijica me dice que si ya estoy h