Realidad irreal

Esta mañana he vivido una aventura inigualable… al menos para mí.

Bajo las escaleras mecánicas en busca de una funda en condiciones para mi teléfono móvil.

Voy con mijica y mi cacoli.

Me acerco al mostrador porque no encuentro las fundas.

Espero porque hay cola y la chica está atendiendo a otras personas.

Como soy una trajinanta, veo en el mostrador unas gafas con gomas a los lados enormes, parecen casi un casco. Llevan acoplado un móvil igual al mío. Por dentro llevan dos lentes sospechosas, me las pongo y no se ve nada, trajino los botones y espero… ¡Madre del amor hermoso!... Me quedo con los dedos de los pies abiertos, me veo en una sala con luz de esa negra que se ve todo lila… giro la cabeza y se ve todo alrededor. Se vuelve negra la pantalla y me veo en el espacio con la tierra bajo mis pies y un meteorito que viene hacia mí.

Me quito las gafas corriendo porque me da un vértigo que me muero y las dejo en su sitio. Mijica me dice que si ya estoy haciendo alguna trastada, que qué significa esa cara pálida. Se lo cuento y siente curiosidad. La chica del mostrador, que estaba ocupada, nos observa y nos dice que nos las pongamos con tranquilidad, que merece la pena y que son solo tres minutos. Yo le digo que voy a buscar la funda y que se las pongan ellas. Cuando vuelvo, porque no he encontrado la funda, las veo ahí entusiasmadas. Yo mosqui porque no he encontrado lo que buscaba… ¿pero cómo puede valer una funda de móvil 80 euros? ¡no es posible!... Resulta que lleva led, fiftimonqui y mil cosas más la dichosa funda. No me la compro… ¡Normal! ¡Si por un poco más me compro un castillo!.

Me animan a que me ponga otra vez las gafas esas infernales del vértigo. ¡Solo son unas gafas virtuales! me dicen… Me las pongo, vuelvo a ver la sala lila, el espacio con el meteorito, que cuantas más vueltas des, mas meteoritos vienen hacia ti, me mareo, se cambia la escena y me veo en un barco lleno de frutas, pero es un cayuco de esos… voy al revés, me doy la vuelta y veo a una mujer remando… pego un salto del susto ¡válgame san válgame!, ¡como se dé la vuelta y me vea aquí en su barco me la lía parda!... rio arriba, rema que te rema. Entre escena y escena, grito, manoteo, me agacho, no sé yo la que he liado. Se cambia la escena y veo a un tío con una máscara blanca con espadas llenas de fuego, que me quiere rebanar la cabeza y ponérmela a la barbacoa, me giro y me veo un fraile con un botafumeiro que casi me da en la cara con el aparato ese, y ya no he querido dar más la vuelta porque me ha dado miedo, se cambia la escena y veo unos elefantes, me he quedado quieta porque si me giro, pienso, me va a saltar un león encima. Se cambia la escena y me veo un tiranosaurio de esos mirándome con un ojazo pegado en mi cara, que casi le he olido el aliento… y ahí, me he quitado las gafas con un mareo, vértigo y un miedo que no se puede aguantar.

Eso tiene que molar un montón, para ver pelis… que seguro que te ves ahí bailando con la bestia en plan bella, o montada en la espalda de superman… Si con esa maquinaria puedes viajar y todo sin moverte del sitio... da un poco de susto y se te pone la cabeza un poco fuera de si... pero molan un montón... jo, ¡yo quiero unas!