Hoy es hoy

Hola papi, hoy seria tu santo en este plano donde vivimos ahora, por eso te escribo esta cartica, aunque me acuerdo de ti todos los días.

Por aquí las cosas están mas o menos disparatadas, nada sigue igual que cuando tu estabas… la vecina tiene un gato que salta al balcón nuestro y me pasma viva cada vez que lo hace, ya sabes el grandísimo respeto que le tengo a los animales, yo en mi hábitat y ellos en el suyo, aunque si veo que le hacen daño a alguno, me tiro llorando tres días. Pues el gatazo, se mete en nuestra casa por el balcón y se sienta en la silla y cuando salgo, pego un grito que sale despavorido… lo malo viene por la noche, que me acuesto y tengo que cerrarlo todo y no veas con el calor que hace… es por si se mete en el cuarto y me mira… ¡que estrés por favor!. Te lo cuento porque se como te ríes con este tipo de cosas.

Tengo una cafetera nueva que hace un café espectacular… seguro que te encantaría, con lo que a ti te gusta el café y leer la prensa… tiene un aroma especial y una crema tan autentica como tu alma.

¡Te echo de menos, no sabes cómo!... tu manos de madera, como decía tu nieta, pero porque son unas manos firmes, que siempre han sabido hacer el bien… tus viajes caminando de dos kilómetros cada día, tus miradas de… “tráeme un poco de queso y un poco de pan”, tus no querer molestar a nadie… pero sobre todo, como nos quieres.

Estas vacaciones voy a ir a ese sitio donde te puedo ver, oler y sentir… a ti y a todos los que sabes que siento, aunque me costara un poco más, pero iré y cerraremos los ojos y sentiremos el aire, oleremos el mar y veremos salir el sol… ese momento mágico donde todas las almas cantan al unísono y donde todas las energías se congregan.

Papi, no me despido de ti, como se hace en las cartas, solo un te quiero como se tiene que querer a un alma buena como la tuya.