Ayer me dijo mijica que la llevase a un macro supermercado
de esos de los que hay miles, que son muy baratos, que hay de todo, y cuando
digo de todo, es de todo. ¡Madre del amor hermoso!, cuanta cosa, cuanta comida,
cuantas marcas, cuanto de todo… El súper, creo que se llama, “alhuerto”… así,
todo junto… y es que a ella le encanta mirar precios y comparar, creo que en
eso se parece mucho a su abuelo, así que, en ese súper, disfruta ella de lo
lindo.
Pues nos vamos a la sección de las mermeladas… ¡ay Dios!,
cuanta mermelada de todas las marcas y sabores, había una de higo chumbo y
todo. Ella buscaba de fresa y nos vimos de colores para encontrarla, pero al
final la encontramos. Después, buscaba también naranjas, sencillas, simples, de
naranja, color naranja… pues había de todo, naranjas de valencia, naranjas con
celulitis, naranja cañadú, naranja sangría… ¡yo que sé! cuantas clases de
naranjas. Y así, todo el rato, que le dije… “mijica, ¿tú crees que saldremos
para el domingo de ramos de aquí?”… y ella se reía.
Seguimos dando vueltas con el carrito y me dice que quiere
comprar huevos… eso fue lo más “despistante” que he vivido en mi vida. Nos
paramos delante de los expositores de huevos… y fue ahí donde me di cuenta que
la mayoría de nosotros, comemos huevos de gallinas estresadas, que son los
huevos de toda la vida, los huevos de esos de… “media docena de huevos, por
favor”... de gallina de estar encerrada en una jaula de un metro cuadrado y
que caben dos mil gallinas. Empezamos a leer todas las clases de huevos que hay
y dije… “ya para el domingo de ramos no, pero es posible que para julio,
podamos salir de aquí”. ¡¡¡ Había huevos de gallinas que pasean y se restriegan
con la tierra!!!, eso ponía la etiqueta, ¡lo juro!, y con los que mas
aluciflipé fue con la etiqueta de “huevos de gallinas felices que escarban y se
rebozan en arena”… ahí me quede con los dedos de los pies abiertos, y claro, ya
nos dio muchísima curiosidad y empezamos a leer todas las etiquetas, había otra
que ponía “huevos de gallinas que salen al exterior, ligan con el gallo y se
echan una siesta” y otra que ponía… “huevos de gallinas que bailan la jota
aragonesa”… y otra… “huevos de gallinas pijas que comen maíz amarillo limón,
osea”… y otra etiqueta que ponía… “huevos de gallinas de corral, que bailan el
siltaki”… en fin, mis queridos lectores, si vais a ese sitio, id a las estanterías
de los huevos, y si no podéis comprar mucho, al menos pasareis un ratico
agradable.
jajajajajaja al menos hay gallinas felices!!! jajaja qué bonica eres Coni, un besazo a ti y a tujica.
ResponderEliminarcaco.
jajajajaja asi es...a mi no me gustan las grandes superficies porque me ofrecen tantas cosas que no se con cual de ellas quedarme...lo de las gallinas es como las vacas, esas que oyen mùsica y no se estresan y entonces se multiplica el precio de la carne...besitos Coni, me ha encantado tu historia
ResponderEliminarPORRI
Me apunto para la proxima..jajaj gallinas felices q escarban jajajja!!! estoy mea
ResponderEliminarTren
Me la he llevado "alhuerto". No suena muy bien pero me da la risa. Que ocurrente Coni. Ahora está de moda todo lo ecológico y como sabes, tengo un huerto y me empeño en que todo sea ecológico así me va. Que desastre!. Cuando vaya " alhuerto" me acordaré a ver los huevos pero será porque antes me habré acordado de vosotras. Un beso pareja!.
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