Meña

Hoy estoy melancólica….y voy a hablar de ti, de cuando éramos mocosas….mas yo que tu….Me contabas en ocasiones, que cuando tenias de diez a doce años, lo que más te gustaba en la vida era ponerte las botas y zapatos de tacón de mamá….pero claro, si a la inestabilidad que eso te daba, me cogías en brazos, pues los “porrascazos” que me dabas, eran mininos….te imagino conmigo en brazos y torciéndote los pies…y yo ¡al suelo!....te encantaba jugar a las muñecas…pero ¡jodia! ¿es que no tenias muñecas para jugar?....me encantaba ser tu juguete.

Años más tarde, me vestías de gitanilla y recuerdo que me ponías tantos collares y pulseras, que tenias que pedírselos a tus amigas, porque con los tuyos no había bastantes…y ese moño tan bien hecho que me hacías en “to lo alto” ….ains, que tiempos…..o cuando, el domingo de ramos, te hacía que me llevaras a la procesión de las palmas, con mi palmerica….¡cuánto follón te daba!....a ti te encantaba ponerme una boina de punto blanca…y un vestido blanco, que parecía una princesita.

Cuando hice la comunión, me llevabas los domingos del corpus, creo que era, de procesión, me ponías mi vestido de comunión y me llevabas…o más bien, te hacía yo que me llevaras. Recuerdo un día que me llevaste al cine….a ver a Raphael….que cantaba eso de….”naaaaada soyyyyy sin Lauuuuraaaaaa, soooolo estoy sin su amooooor”….y papá te daba un duro para chuches….ese día te pedí que me compraras un “marrocati”(helado de nata envuelto en chocolate) y me diste el duro y yo me lo gaste entero en chuches….y cuando me pediste la vuelta, me levanto de la silla y me doy una vuelta….que cabreo pillaste….O aquel otro día que estabais “cacareando” las tres hermanas mayores y a  mí me encantaba “sopar”….y entonces me viste detrás de la puerta y me mandaste a hacer gárgaras, que entonces se decía “vete a hacer agua y limón” y yo fui y te hice una limonada….bueno bueno, se oían las risas hasta en Pontevedra, cuando aparecí con el vaso de limonada.

Después te echaste novio….(mi Tanico)…y como estabais lejos, pues le escribías cartas y me mandabas a mí a correos a echártelas…pero yo te pedía dos pesetas a cambio de los recados, que me compraba regaliz “zara”, ¡el mejor!, y luego me ponía mala de la tripa….pero me tenias que dar dos pesetas, tanto que, ya me dabas primero las dos pesetas y después te pedía yo misma la correspondencia…..¡ay qué tiempos otra vez!....y así, una tras otra, hasta que te casaste….donde yo fui tu paje…me cortaste el traje de comunión y me sirvió para hacer de paje tuyo…..que dia tan triste para mí…..y tan alegre para los demás….ya no me llevarías a las procesiones, ni a la romería de gitanilla, con los collares….ni al cine….pero gane un hermano….tu marido fue el mejor regalo que nos hiciste a la familia….por bueno, por grande, por gracioso…..y sobre todo por humano. Recuerdo cuanto le querías pero recuerdo más, cuanto te quería el…te adoraba…..y sabia lo que te adoraba yo…..y te adoro….por eso te escribo hoy, para recordarte que tienes que vivir con más intensidad la vida, para recordarte que hay muchísima gente a tu alrededor….pero sobre todo, para recordarte que en un lugar lejano, muy lejano…hay una niña pequeña esperando jugar contigo, esperando una papilla de plátanos con galletas y chocolate…..esperando que le digas…..¡Bambiiiiiiii!