Aquel verano...

Un verano, de un año cualquiera, en el que mijica era pequeña y lola también, (lola es mi sobrina), decidimos mi hermana Ana y yo irnos un mes de vacaciones a un poblado acuoso…si, de esos que se les sale el caldo por un lado….de esos que cuando amanece y ves ese caldito tranquilo piensas….¡Dios existe!...de esos que te tomas un helado a la orilla del caldo y no te da tiempo porque se te expande por todo el brazo como un extraterrestre. Pues a un poblado de esos a los que suele acudir la gente en verano.

Nos dejaron un pisito….un pisito calurosísimo, pero un pisito y ahí nos metimos, ambas hermanas, con ambas hijicas. Yo recuerdo, que me había llevado 50 refrescos de cola que compre donde curraba porque teníamos una máquina expendedora de esas y el hombre me las vendió a precio normal…ahora ese hombre no puede hacer eso porque el Iva ha subido a verle…si, si, ese hombre se llamaba Mariano y un dia llamo el Iva, que era un amigo suyo que se llamaba Ivan, pero le decían Iva, y le dice….”Mariano, que soy el Iva” y dice Mariano….”ah, bajo? “ y le contesto el Iva….”no, no, ya subo yo”….joder y mi pobre amigo ya no puede hacer tonterías con la venta de esas cosas frescas.

Pues no vamos a ese pueblito de caldo…y colocamos todo con la euforia que unas vacaciones conlleva…que si hacemos las camas juntas, que si planeamos el día siguiente, que si vamos a ir a comer a tal sitio, que si colocamos los cubitos de caldo y las palas de las niñas.....una alegría oiga!...y llega la hora de dormir….¡y nos vamos a dormir! Mi hermana en un cuarto con lola y yo en otro con Porcha…..De repente oímos unos gritos en el piso de enfrente y , claro, el verano es lo que tiene, que tienes que dormir con las ventanas abiertas por eso del calor y tal…¡vamos, que estamos como en el programa ese de la televisión, donde solo hay cámaras por todas partes, nos asomamos a las ventanitas  y vemos en un piso de enfrente a un señor con un trapo blanco dando bamboleos cuan bandera americana, a una señora gritando y a una niña pasando corriendo de un cuarto a otro….¡se les habían metido unos murciélagos! “ ayyyyyy que horror” gritaba mi hermana….y yo pensé…”ahora todos esos murciélagos se vienen para esta casa”…pues nos dispusimos a cerrar todas las ventanas , “to acojonaicas” y nos acostamos…y al rato oímos un “ras, ras, ras, ras” en los bombos de las persianas….¡Dios!, nos levantamos corriendo y nos ponemos a meter  sabanas, toallas y todo lo que pillábamos en las rendijas de todas las ventanas….y ¡ay!, no pegamos ojo en todas las vacaciones….

A la mañana siguiente, cuando salimos a la calle, oímos que había una plaga de murciélagos por, vete tú a saber, del “clima cambiatico”….bueno, nos miramos mi hermana y yo…y decidimos ir a comprar ambos ventiladores….y por el día, era una delicia, pero cuando llegaba la noche…..el “ras, ras, ras” …nos acompaño durante todas las vacaciones.

Que bichos más feos los murciélagos, y claro, como son ciegos, pues no les puedes invitar a que se marchen, les tienes tú que indicar el camino.


Un beso hermana, pero déjalos, que ellos hacen su función, que se comen todos los mosquitos y la “tonta pelá” lo agradece.