el festival de rock

Cuando tenía 18 años, más o menos, íbamos a un sitio de playa donde hacían conciertos de rock…A mí me gustaba cuando venia Leño y Barón Rojo…que delicia jejejeje, no me perdía ni un concierto. Iba con una amiga y un amigo.

Mi amigo era algo parecido al “barajas” de la serie Aida….un poco mas espabilado, pero no mucho y mi amiga era una chica muy sensible e inocente. Un fin de semana, venía a cantar Leño y claro, nosotros, locos perdidos, que queríamos ir pero no teníamos coche ni cabíamos con ningún amigo que fuese….y pensamos lo que pensamos, nos plantamos en medio de la carretera para hacer auto stop. Nos para un coche, pero nos deja a unos 50 kilómetros de ese sitio a dónde íbamos…(por aquel entonces, no había autovías, solo carreteras y caminos de cabras)…Nos ponemos a caminar por una carretera a las afueras de la principal, que nos llevaría a la playa….y nos ponemos otra vez a hacer auto stop…a todo esto, mi amigo como el barajas, iba ya muy cansado y renegando…que a ver si nos iba a salir algún perro, porque mi amigo era muy muy miedoso, tanto que cuando salíamos de fiesta, le teníamos que acompañar mi amiga y yo a casa porque le daba mucho miedo….sobre todo de los zoombies.

Nos para un coche el cual conducía un señor aparentemente muy serio, nos sube atrás a los tres…y cuando íbamos por la mitad del camino, que nos quedarían unos 25 kilómetros para llegar a ese sitio…nos dice que se tiene que desviar porque él vive ahí cerca, pero al señor, no se le había ocurrido otra cosa que meternos miedo todo el trayecto…que si había lobos por esos campos, que si nos iban a morder, que porque hacíamos auto stop, que si lo sabían nuestros padres, que si nos iban a asaltar….¡yo que sé todo lo que nos dijo!...mi amigo iba blanco como la pared…que parecía que había visto un fantasma…y mi amiga casi llorando….pues el señor este, para el coche y nos abre la puerta para que nos bajemos….y mi amigo que no se quería bajar, que le daba miedo de los lobos…y yo diciéndole…”¡pero qué lobos ni que lobas!” “¡bájate del coche!” y mi amigo que no se bajaba…y el señor este, que tenía prisa, pero es que mi amiga, tampoco quería bajarse…y el señor este metiéndonos prisa….y mi amigo diciéndole que si no  nos podía acercar el, que por favor, que estaba oscureciendo y le daba mucho miedo….estaba mordiendo su sudadera y ya la había babeado entera, no le quedaba un hueco seco….¡ayyyyyyyy madre mía! Y el concierto que empezaba a las nueve y esos dos ahí metidos, que no se bajaban y ¡que no se bajaban!….el señor este no se lo podía creer…eso le pasa por meternos miedo….el caso es, que se puso el señor este a hacer auto stop y pararnos otro coche para que pudiéramos bajarnos del suyo….y así fue. Paró otro coche y le pidió por favor que nos llevara a ese sitio….Pues nos cambiamos de coche, que a mi amigo le faltaban piernas para correr y cerramos las puertas….mi amigo todo el camino preguntándole al otro señor que si es verdad que había lobos….y el otro señor muerto de risa….

Llegamos al concierto, gracias a Dios y la Santísima Virgen y todo bien….fenomenal….Dos cervecitas, porque no teníamos para mas…y cuando acaba, ¡que no encontrábamos con quien volvernos! Y mi amigo toda la noche pensando en los lobos….y yo diciéndole que el problema era que donde íbamos a esperarnos hasta que fuese de día y poder coger un bus o alguien que nos llevase….y nos retiramos de la playa y nos encontramos una casita en ruinas….y mi amigo decía que ´´el se metía ahí a esperar que amaneciese…pues ahí nos metimos….¡ay Dios! Que peste a excrementos había dentro….mi amigo con el encendedor ahí mirando por todas partes….que ni había puertas ni ventanas ni nada….Así que decidimos irnos de ahí, pero al ir a salir de la casa, oímos unos chicos, borrachos seguramente, rompiendo botellas…y mi amigo otra vez muerto de miedo, que se arrincono en un rincón, valga la redundancia…y ya no hubo manera de sacarle de ahí. Los tres calladicos escuchando como pasaban los chicos por delante de la casa….menos mal que no se les ocurrió entrar….¡menos mal! Si no, yo creo que nos quedamos ahí de simiente de rábano.

Fin.