Ayer por la tarde salgo de trabajar y llamo a Mer, me coge el teléfono mi yerno y me dice… “hola suegra, que Mer está ocupada, se pone enseguida, ¿Cómo estás?”… y yo le contesto que muy bien, que voy a comprar pavo porque me ayuda a dormir… y me dice… “¿¿¿el pavo te ayuda a dormir, pijo???” y sigue hablando el solo y diciendo, con voz muy fina y todo seguido… “¡apagalaluz, apagalaluz, apagalatu, apagalatu!”. Bueno, bueno, bueno, a mi me dio un golpe de risa que me quede doblada contra la pared en la acera y sin poder parar de reír de imaginarme la situación. El se imaginaba que yo me iba a comprar un pavo vivo (no sé quien vende eso ni donde), para que me ayudara a dormir… o ¡yo que sé lo que se imagino!... pero se ve que lo vio, al pavo dando vueltas por mi cuarto y diciendo eso de apaga la luz… pero la risa no se me quitaba. Un matrimonio, al verme contra la pared llorando de risa, se me acerca y me pregunta si estoy bien, yo no podía parar de reír… y les digo que sí, pe
Si te identificas con alguna de estas historias, es porque todos estamos conectados.