Hoy una amiga ha hecho el comentario de que su hijo se ha
levantado a vomitar esta noche… pero no le ha dado tiempo llegar al cuarto de
baño y ha vomitado toda la habitación… y eso me ha traído un recuerdo… del que
me había olvidado, gracias al cielo.
Tenía doce años, iba al instituto… Antes con doce años, salías
del colegio y te metían en el instituto a hacer primero de bachiller, segundo,
tercero, cuarto, quinto, sexto y c.o.u… sin tanto lio de e.s.o., primaria, no
sé cuantos y no sé quintos… y luego bachiller también y no sé cuantas cosas más.
Pues como he comentado, tenia doce años y el instituto, en aquel entonces, en
primero, habían una cantidad de asignaturas del carajo… que si política, que si
música, hogar, dibujo, matemáticas, lengua, ingles… y un largo etc.
Las clases de política y música, nos las daban dos hermanas
muy mayores ya, a punto de jubilarse y claro, eran muy serias, estrictas y
antiguas.
Cierto día, en clase de política, que recuerdo que estábamos
dando algo sobre los campos Elíseos, a las cuatro de la tarde con un calor de
espanto… mi compañera de detrás de mí, levanta la mano y le pregunta a la
profesora si puede ir al aseo que tiene angustia… la profesora le dice que no,
que se aguante que acabábamos de entrar… cuando a los diez minutos o así, oigo
un estruendo y noto en toda mi cabeza una masa de algo caliente… me vuelvo y
era mi compañera que me había vomitado en lo alto de todo mi ser cuan niña del
exorcista. Me levanto cuan Carrie de Stephen King… la miro, vuelvo la mirada
hacia la profesora, vuelvo a mirar a mi compañera… con los puños apretados… y
todo el pelo churretoso de acelgas… ¡había comido acelgas!... y un liquidillo
amarillo… y la vuelvo a remirar… y grito… ¡¡¡PERO TU ERES TONTA, O QUE!!!...
Vuelvo a mirar a la profesora… y todas mis demás compañeras muertas de la risa
y la profe, dando con la regla en la mesa como si no hubiese mañana… “ ¡qué os calléis!”…
pero las risas se oían hasta en Pontevedra… yo salgo del pupitre y empiezo a
caminar lentamente hacia la puerta… al pasar por delante de la profe, la miro,
me mira… y le digo con la mirada que ni se le ocurra rechistar… y salgo de la
clase.
Al llegar a los baños, meto la cabeza debajo del grifo y veo
a mi compañera vomitosa, que entra y me dice… “Coni, gracias, si no llega a ser
por ti… “ uuuuuaaaaaaaaahhhhgggggg”… y se pone a vomitar otra vez en el suelo.
De ahí, la peli esa de Carrie, del Stephen King ese… que
mira que tuvo éxito la muchacha, ahí con su vestido nuevo y su pelo del
peluquero… toda llenetica de todo eso que le tiraron encima a la pobre mujer.
Desde ese día, y no es coña, no me gusta sentarme delante de
nadie, ni en reuniones, ni en ningún sitio donde haya mucha gente.
jajajjajajajajajaja qué barbaridad! las profesoras de antes no tenían termino medio, te aguantas o vomitas.. y vomitó..
ResponderEliminarUn beso a la Coni de doce años, para que se le pase el disgusto.
Jajajajajajajajajajaja
ResponderEliminarLo q no t pase a ti.
Voz de mosca
Ayayayayay que no puedo parar de reír '.....bueno, lo positivo es que las acelgas tienen vitaminas y van muy bien para el pelo!!! Un hurra para esa Coni que aguantó como una campeona y un besazo para toda la clase incluyendo a la profesora!!!PORRI
ResponderEliminarAjajajaj pobretica y que ascazooo sobre todo por las acelgas... ay que horror!!!!!
ResponderEliminarTren
Ay Coni, que rigidez la de aquellos profesores. Recuerdo que el de religión que era cura, era el que tenía la mano más larga. Que de palmetazos sacudía. En cuanto lo que ocurrió, sabes que hay personas que no se pueden controlar... y te tocó a ti Jajajaja. Por último, seguro que harás una excepción porque si cedes el puesto en las colas, arreglada vas Jajajaja Un besito Coni!.
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