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Mostrando entradas de junio, 2016

Lobo

Ayer por la tarde me encontré con Lobo en youtube. Cuando le di al play y comenzó a cantar casi me quedo a cuadros y con los dedos de los pies abiertos de la cantidad de recuerdos que reviví en ese instante… pero además, ¡recuerdos cercanísimos!, como si hubiese sucedido ayer… “I’d love you want me”… y esa otra de Browne… “stay”… ¡Dios!... ¡qué pasada!. Fue como si en ese momento, estuviera pasando todo lo que pasaba en aquel entonces… como si solo hubiesen pasado unas horas… como cuando me iba a casa por la noche después de unos bailes y me ponía a estudiar... con aquella sensación de haber tocado sus manos, el roce de su cara, de su cintura al bailar “lento”, como lo llamábamos en aquella época. Cuando salía del instituto, solíamos ir mi amiga Fina y yo al “Zeus”, hoy lo llamarían “disco pub”, pero antes era la discoteca. Nos tomábamos una cola y después nos íbamos a estudiar. Nos sentábamos. Recuerdo que la entrada valía cinco duros… y con consumición… y hablábamos sin

El hombre

En mi casa, que no es mía, hay dos sofás como en todas las casas, supongo… uno mirando hacia la tele y otro haciendo una “L” con el que está mirando hacia la tele. La otra tarde, fin de semana, me quede dormida… tanto, que se me hizo de noche. Me incorporo, no se veía nada… solo la tenue luz de la pantalla del portátil. Miro hacia el otro sofá y había un señor acostado… no se movía, mirada perdida, cara blanquinosa, manos como de madera… me siento y él se sienta, me quedo mirándolo y él me mira… pero no me ve, solo mueve la cabeza ligeramente hacia mí. Me asusto y él se asusta. No me atrevo a moverme del sofá de donde estoy sentada y el tampoco. Hago como que voy a levantarme y él también, me siento rápido y él también… mi corazón se acelera y puedo escuchar el suyo también. “¿Qué coyons está pasando?”… me pregunto a la misma vez que el pone cara de interrogación. Es muy desagradable. No lo puedo soportar. Digo “hola”… y el dice “hola”, pero con una voz como de tambor… no

Actriz

by Syaoran-Li Vamos a remontarnos a épocas de la niñez. Vamos a recordar a nuestras madres en situaciones en las que eran ¡verdaderas actrices!. La mía cuando me mandaba a la tienda o a llevarle o traerle algo de casa de alguna amiga suya… parecía el hombre ese de barba blanca y larga de la película “El señor de los anillos”, la cual he empezado a ver, como cuatro veces, pero me duermo en esa escena… y mira que mi interés es grande, más que nada, porque me han dicho que la vea que es muy bonita… pero no hay manera. Mi madre decía… así con la voz de ese hombre… que creo que su nombre es Gandalf… “Coni, vete a casa de María Ascensión del Calvario, ( antes había esos nombres ) y dile que te de los hilos de nylon que le preste que me hacen falta, pero ten cuidado cuando cruces la carretera, que los coches ya corren a mas de 20 km./h, y cuando la atravieses, pasaras por la casa de Antoñita la del pan… tiene dos perros que ladran mucho… no te asustes. Cuando vuelvas, mete los hi

Pulse uno

El otro día llamé a mi compañía de teléfonos para revisar una factura con la que no estaba muy conforme. De entrada, se pone un contestador automático. “buenos días, si desea información sobre promociones, pulse uno. Si desea información sobre averías, pulse dos. Si desea información sobre nuestros productos, pulse tres. Si desea… “ A las dos horas y cuarto… “si desea la receta del ornitorrinco con pasas, pulse dos mil trescientos cincuenta. Si desea saber cómo limpiar un rape, pulse dos mil trescientos cincuenta y uno”… y al número cuatro mil ochocientos noventa y nueve, me preguntó… “Si desea información sobre su factura, pulse cuatro mil ochocientos noventa y nueve”, bien, bien, bien, hasta ahí bien… pulso dicho numero y me salta otra vez la maquinanca… “todas nuestras líneas están ocupadas, le atenderemos pasados dos o tres años.... o más, por favor, espere”… y la misma música todo el rato. Espera que te espera… ¡esperando voy!, esperando vengo vengo, por el camiiiiino