¡Ay mami!, que bien me lo he pasado contigo esta mañana…
Como si de una peli de Almodóvar se tratase, me he venido de un pueblo a otro
llorando “a moco tendio” y riéndome a la vez. He osado a coger un cd de los
que, con tanto esmero me dabas una lista, y yo te lo grababa… para mi grande,
para mi mami, para mi tesoro, para mi pequeña, para ti.
Cuando me ha despedido mi hermano en la puerta para venir a
la casa donde vivo ahora, he arrancado el coche… y cuando he salido a la autovía,
le he dado al play… y ha comenzado a sonar la canción de Pocahontas… “has oído al
lobo aullarle a la luna azul…. o has visto a un lince sonreír”… ¡me salían
lagrimas como puños!, hasta tal punto que no veía la carretera… y la siguiente canción,
¡ay la siguiente canción mami!, la copla esa de “María de las Mercedes”… ahí ya
me he vuelto Almodóvica total 3… llora que llora… pero a la tercera canción,
que era la de la “abeja maya”, ahí te he visto, ¡te he visto a mi lado! desgañitándote
cantando y me ha dado risa… me has dado un beso en la cara… y un aire helado ha
recorrido todo mi cuerpo. La siguiente canción era la de “el relicario”… “pisa
morena, pisa con garboooooo, que un relicario, que un relicario…” ahí te has
puesto a cantar y has querido subir tanto el tono, que se te ha escapado un
gallo, te he mirado y nos hemos puesto a reír las dos… han sido tantas
sensaciones mami… te he sentido tan cerca, que hasta he podido oler tu laca Nelly,
esa tan pegajosa que tanto te gustaba.
Gracias por estar a ratitos conmigo “amaica”… por hacerme
sentir querida, por venir a verme, aunque sea a través de la música, a través de
mis oídos… a través de mi corazón y mi alma… Te quiero tanto que me revienta
todo el ser.
Hubiese querido, que el viaje, en vez de durar una hora,
hubiese durado cuatro, o cinco, o seis… porque estoy segura, que si yo me pongo
en casa todas esas canciones de otro disco o de otra fuente… no será lo mismo…
porque ese era tu disco, el que tu oías, el que tu tocabas… ¡cuántas huellas habrá
tuyas en ese cd mami mía!... lo guardare como si de tu alma se tratase, pero
solo de un modo figurado, porque sé que tu alma esta donde tiene que estar y
donde tú siempre has dicho que iba a estar.
¡TE QUIERO MAMI, COMO A TI TE GUSTA QUE TE QUIERA!
pisa morena.....pisa gon garbo....lo que mas le gustaba en el mundo era cantar, pronto hara un año que se fue con esos otros seres queridos que ella tanto nombraba y tanto queria, pero nosotros la tenemos en la musica...en las flores que tanto le gustaban y sobre todo en nuestros corazones...te quiero mama y a ti Coni por esas cosas tan bonitas que te salen del alma.
ResponderEliminarPORRI
Cuanta razón tienes!
ResponderEliminarLa música es como una máquina del tiempo pero sólo modo pasado. Aprietas el botoncico del play y ahí estás otra vez,...con las mismas sensaciones, las mismas emociones...
La música hace magia...porque es mágica.
Me ha encantado.
Coni, aunque no nos conocemos, quiero felicitarte por la hija que tienes. Para que mas hijos? si ella ocupa el espacio de diez!. Un cordial saludo
ResponderEliminarMuchisimas gracias Manolo!!! un gran abrazo!!! seguro que un dia nos conoceremos... gracias por lo de mi hija y por dejar comentario, que yo se que cuesta... Gracias!!!
EliminarMe he deleitado al leer un par de las ultimas vivencias. Me ha encantado. Me has hecho recordar, que cierto dia paseando por las Fuentes del Marques, se poso ante mi y a menos de tres metros, un ruiseñor. Me miro y se puso a cantar. Yo absorto me sente y mientras lo escuchaba me decia a mi mismo, "me esta cantando a mi". "Algo me quiere decir". "Ha perdido el miedo"... fue un momento magico, algo que no olvidare. Gracias ruiseñor... digo, CONI.
ResponderEliminarEl canto de los pajaros es magico... gracias de nuevo Manolo... yo ansio escuchar alguna vez el canto de un Sinsajo. Un abrazo fuerte, de esos que se te quedan los brazos largos una temporada.
EliminarConi, el ruiseñor es esquivo. Sabemos que esta por su canto. Es distante.
ResponderEliminarTu no tienes nada de eso pero yo a ti te veía tan distante... De repente leo tus sentimientos y te vi como ese ruiseñor que se poso ante mi, ¡tan cercana! ... un abrazo.