Pues el oso hormiguero siguió su camino dejando atrás a la
abeja, que solo Dios sabe lo que haría, si ir al supermercado o volver a su
colmena.
El oso hormiguero se sentó a la orilla del camino a ver si
se le pasaba el dolor de barriga, cuando por delante de él paso su amiga la osa
hormiguera. Era una osa preciosa, andaluza, de ojos grises y pelo negro con
reflejos azules. Estaban enamorados pero no se habían declarado aun su amor.
-¡Ozo!.. ¿Qué te paza?, te veo un poco paliducho.
-Pues nada Juana Mari, que me he comido una hormiga gorda y
estoy empachado.
-¿Ozo, eza que va al zúper y que tos hablan della?
-Esa, esa, la mismica… ¡si se hubiese dedicado a lo suyo,
ahora yo no estaría así!. Pero Juana Mari, siéntate aquí conmigo un ratito, que
me gusta mucho estar contigo.
-Ay ozo, eza palabras me hacen mu felí, no zabes cuanto.
-Osa, tú me gustas desde hace mucho tiempo y si tu
quisieras, viviríamos juntos, los dos… Por la noche miraríamos la luna… Te llevaría
el desayuno a la cama… Te libraría de los pumas y los jaguares… Te daría las
hormigas mas flacas y brillantes.
-¿To ezo haría uhted por mí, ozo?... pos ma dehao mu
distorziona ozito… y… dime… ¿Qué ma cozitah haría por mi?.
-Te llevaría a la opera de cigarras, y al lago… y te besaría
a la luz de las luciérnagas… después nos iríamos a casa y te llevaría en brazos
para que no pisaras las piedras del camino… y te pondría una flor en tu bello
pelo… te recostaría en mi hombro… y te acariciaría hasta que te quedases
dormida.
-Ay ozo mio… por Dió bendito… ¿zabes qué?... ¡que yo ziento
lo mismo por ti! ¡que zí que quiero irme a viví contigo… lo do hunto… nunca
mavian disho to eza coza, ozito mío.
Los dos se levantaron del banco cogidos de la mano, y la osa
hormiguera, tropezó y cayó de bruces metiendo toda la trompa en un charco de
agua todo lleno de barro y salpicándolo todo… y el oso hormiguero le dijo.
-¡Arreaaaaaaaa!, ¿¿¿pero cómo eres tan bruta???... ¡endevé como
mas puesto tía! a ver si tienes más cuidado la próxima vez.
-Zi, a veh zi tengo mah cuidao la prozima vé.
¡¡¡FELIZ DIA DEL AMOR!!!
jajajajaja el oso hormiguero era un encantador de osas hasta que ella se cayò y le salpicò al oso....ahi se le paso todo el romanticismo...si osa...la proxima vez ten cuidado a quien eliges, un besazo Coni, me ha encantado la historia
ResponderEliminarPORRI
Me ha gustado mucho. Lo de la andaluza también. Seguramente porque tengo una osita andaluza. El encanto, cuando se está enamorado, se puede romper por cualquier motivo pero resurge de nuevo. Coni...un beso!.
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