Pues estaba una abeja ahí en sus florecillas, libando, liba
que te liba y haciendo viajes a su colmena para hacer miel y cera. Ese día iba
contra reloj, porque la abeja reina se quería depilar las piernas y tenían que
producir más cera de la normal… “¡ jo, con los caprichitos de la reina!”, se
quejaba constantemente la abeja. Harta ya de tanto libar, decidió abandonar la
colmena e ir a un supermercado a comprar la cera ya hecha para su reina… pero
eso rompería las normas milenarias de la colmena y seguro que sería castigada… “no
sé qué hacer, pero sería tan cómodo…”, pensaba la abeja.
Y entre viaje y viaje a su colmena y entre dilema y dilema… decidió
ir al supermercado a comprar la cera… y ya de paso, unos kilitos de miel… que
con un poco de trampa, la metería en la colmena y eso le permitiría echarse una
siestecilla… Cuando de repente, se encontró con un oso hormiguero tirado en el
camino.
-¡Demonios!, ¿Qué te pasa oso hormiguero?.
-Que tengo indigestión y me siento fatal, algo he debido
comer que no me ha sentado muy bien.
-Pero oso, tu solo comes hormigas ¿no?.
-Esa es la cuestión, que sí, que no sé porque me siento tan
mal si jamás me sentaron mal… debo ir al médico de osos hormigueros a ver qué
me dice.
-Oso, haz memoria… ¿en qué hormiguero metiste ayer la
trompa?.
-Pues en el de siempre… Lo que sí recuerdo es, que al adsorber
una de las veces, la trompa se me quedo un poco atascada, pero después entro bien
la cosa.
-Oso, ¡oh my God!, creo que te has comido a la hormiga esa
gorda que va al supermercado, a la amiga de la escarabaja. ¿Llevaba tacones
rojos, el pelo teñido de rubio y los labios con silicona?.
-Sí, sí sí sí, al ver que se me atascaba la trompa, mire y ahí
estaba ella… tan gordita y sustanciosa… y me la zampe… por cierto abeja… ¿A
dónde vas tú con tanta prisa?.
-¿Yo?... ¿yo?... a libar flores y después a la colmena a
servir a mi reina.
-¡Ah!, pues que te vaya muy bien.
-Sí, sí, pues que me vaya muy bien.
En los animales, salirse de las normas de conducta, es catástrofe segura. Y al decir animales, nos incluimos también a nosotros. Muy bonito e ingenioso. Un beso Coni!.
ResponderEliminar