Casandra divaga por las calles… oyendo una canción… una canción
de amor. Su corazón esta relleno de amor rojo con almendras y arándanos.
Casandra mira al vacio con la esperanza de llenarlo de
virutas de estrella… virutas que iluminan su camino. Lee, se levanta de la
silla, bebe agua, lee, lee, apoya la cabeza sobre su mano… y la mirada se le
pierde en el infinito… y mas allá.
Casandra busca consuelo… consuelo llega en su momento justo
y preciso, Casandra sufre mientras tanto y vuelve a leer, leer, leer.
Se levanta de su silla de lectura y divaga por la casa, casi
arrastra los pies… Pan, jamón, una almendra, un caldo… él no va a volver. Casandra
no entiende nada. Todo es sorpresivo. Está en estado de shock. No sabe dónde
meterse. Respira y respira porque el aire invade sus pulmones y vuelve a leer y
leer y leer. Él no va a volver y lo sabe aunque lo espera.
Ella se lo dio todo, ese fue su error… no está permitido
darlo todo, no se puede amar en demasía… ¡error!... ella es así… baja las
escaleras corriendo, de tres en tres, ansiosa por salir a la calle… y siente la
caricia del aire fresco.
Casandra habla con el aire… y le dice… “Aire, ¿tú podrías quitarme
este dolor? ¿podrías soplarme tan fuerte en la cabeza, que se llevase todos mis
recuerdos?”… y el aire le contesta… “¡claro que puedo!”… ella se siente
aliviada, hasta que el aire sigue hablando y le dice… “¿pero querrías volver a
cometer los mismos errores?”.
Esta ves dire a Santa Claus que para mi no quiero nada,quiero para esas personas como tu un cajon inmenso de amor,tranquilidad y momentos felices,te lo mereces por escribir tantas cosas lindas y regalar al mundo sin pedir nada a cambio...un universo de gracias..de Casandra(yurima)
ResponderEliminarMuy sabio el aire... muy bella Casandra...
ResponderEliminarun beso, coni.
caco
Que bonito lo has relatado. Y que triste. Ese vacío que queda es imposible de llenarlo si no es con la persona amada. Siento decirte, y perdoname, más que un error es una forma de ser, de sentir. Ella ama con todas sus fuerzas y no puede ser de otra manera. La comprendo porque yo no podría reservarme ni una pizca de amor. Ella, nunca cambiará su intensidad de amar. Un beso a Casandra y a ti Coni!.
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