¡¡¡FELICI...DADES!!!

Era un lugar único…no había un solo hueco en el suelo….todo estaba lleno de flores, las especies que jamás hubieses podido imaginar….y la fauna que jamás hubieses podido soñar.

Felici caminaba por ese lugar sin pestañear, mirando a un lado y a otro, con la sonrisa de oreja a oreja…llevaba un vestido magenta y un chal blanco. A lo lejos vio una montaña plagada de arboles de colores, azules, violetas, rojos, blancos…emitiendo unos destellos cegadores…El mundo de Felici se había vuelto diferente…todo cuanto había soñado, estaba a su alrededor. Una ardilla le decía que saltara, que en cada salto, avanzaría diez metros….¡¡¡era cierto!!!, todo lo que había imaginado en sus ratos de mirar a las musarañas, estaba allí, ante ella….bajo sus pies.

Todo era perfecto, las flores hablaban, los perros cantaban y las nubes se levantaban….era un día muy especial, sobre todo para Felici.

De repente, alguien la llamaba dándole palitos en el brazo, “Felici, Felici”…”despierta, que te has dormido encima del ordenador mientras juegas a la granja”….y Felici despertó, feliz por su sueño mágico. Salió al salón y un montón de gente, estaban con una tarta en la mano y cantándole….”cumpleaños feeeeeeliz…te deseamos tooooooodos…cumpleaños feliiiiiiiz”.

¡¡¡FELICIDADES GRANJERA!!!