Como me había quedado sin mi Rodriga, pues a esa edad, ya se
sabe…una no para de inventar cosas….y tenía una amiga que también iba todos los
días a casa de su yaya porque la dejaba hacer de todo. Nos metíamos en su patio
y buscábamos en arcones que tenia ahí la pobre mujer con recuerdos y cositas….hasta
que nos pillo y nos echó una reprimenda.
Aburridas una tarde de verano, nos fuimos al patio de su
yaya con su muñeca de plástico que se llamaba Dionisia….yo no sé porque les poníamos
esos nombres a las muñecas, recuerdo que tenía otra que se llamaba Mina, pero
eso fue más adelante.
Cogimos a Dionisia, que era una muñeca gordita y toda de
plastiquete y le hicimos un agujero en la boca. Fuimos a la cocina e hicimos un
“mejunje” con harina, agua, azafrán, y todo lo que nos íbamos encontrando por ahí
que se podía alear a la harina y el agua….y nos vamos con esa pasta en un plato
y dos cucharitas…una cucharadita de esa cosa a la muñeca, ella y otra
cucharadita yo….y así, pusimos a la muñeca que no la podíamos levantar de lo
que pesaba. La dejamos acostadita en una caja de cartón para que hiciese la digestión
hasta el día siguiente…pero al día siguiente, no nos acordamos de Dionisia y
nos fuimos a jugar a la fuente de la plaza a tirarnos agua.
A la semana siguiente, vamos al patio de su yaya a jugar con
Dionisia, pensando que habría engordado y todo y que se habría hecho caca….y
nos asomamos a la caja de cartón…¡que olor pútrido!....tenía un color rarito la
Dionisia…..Su yaya que andaba vigilándonos, se metió en el patio detrás de
nosotras, no fiándose y nos dice…”¿Qué guardáis en esa caja?”…..”y que olor tan
malooooo”, bueno ella dijo “peste”, pero parece un palabro un poco pestoso….y
cuando se asoma la mujer a la caja….y coge la muñeca….y la levanta en el aire…..vemos
que la suelta corriendo….y dice….”¡ayyyy, esto está lleno de gusanos!”….nos
fuimos corriendo mi amiga y yo a la calle y yo creo que su yaya aun anda buscándonos.
Con tu permiso te rectifico: se busca en arcones, no en halcones porque vuelan.
ResponderEliminarSaludos
jajajaja q lokas... mare mia pobre yaya... ainss un besito a todas las abuelitas del mundoo
ResponderEliminarTren
pobres muñecas con lo dificil que eran de conseguir jajajajaja, yo tambien le mando un beso a todas las yayas
ResponderEliminarPORRI
anonimo donde pone halcones he leido la entrada tres veces y no encuentro esa palabra
ResponderEliminarsaludos
No la encuentras porque el autor ya lo ha corregido.
EliminarSaludos
Aunque muy lejanos, aún guardamos gratos recuerdos de nuestra niñez. Como nos aferramos a ellos para no perderlos nunca. Los abuelos... esos grandes olvidados. Mis abuelas, para mí eran tanto o más que una madre. Cuanto cariño me demostraban. A una de ellas le llamaba mamá Carmen. La otra, la persona más buena que he conocido. Gracias por hacerme recordarlas. Un besito Coni!.
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