Hace mucho tiempo que tengo manías y supongo que como todo
el mundo. Por ejemplo, cuando tiendo la ropa, tengo que ponerle tres pinzas a
cada prenda y si es pequeña, una. No puedo ponerle ni cuatro, ni dos, ni cinco…..o
tres o una.
Pues como esa manía, tengo otras que se me van y se me
vienen, como por ejemplo, si pruebo algo que hay en la mesa, tengo que hacerlo
tres veces….ains, no debería contar estas cosas, pero es que yo se que le pasa
a casi todo el mundo pero nadie lo dice. También, cuando estoy en el ordenador
y se me despliega algún menú para hacer algo, tengo que ir de arriba hacia
abajo, nunca puedo hacerlo al contrario.
Un día, estaba con una amiga tomando un café y le digo…..”oye
Jacoba, ¿tú no tienes manías?” y ella me pregunta que, manías de que tipo…..entonces
le cuento algunas mías y veo que mira hacia todos lados y en tono confidencial
se pone a contarme algunas de sus manías.
“Coni, yo tengo muchísimas manías, pero la más grave y que
no me puedo quitar es la siguiente”……”cuando me acuesto, tengo que mirar debajo
de la cama tres veces, es decir, saco medio cuerpo fuera y me tengo que asomar
debajo”….”también tengo que levantarme tres veces de la cama, cuando he hecho
las tres veces lo de asomarme. Me levanto una y me voy a la puerta y tengo que
tocar el pestillo y ver que está cerrada, entonces me acuesto y acto seguido,
me tengo que levantar .Y así, hasta tres veces. Entonces y solo entonces, me
puedo dormir y si no lo hago, pues me paso toda la noche en vela”.
Yo le dije que esas manías le costaban tiempo y que no
molaban, entonces ella empezó a contarme que lo peor fue cuando se echo pareja
y fue a su casa a dormir por primera vez….¡ay lo que me pude reír!....Me
contaba, que la primera noche que fue su pareja a su casa a dormir, ella
pensaba…..”¡arrea! ¡ahora como hago yo mi ritual!”….y dice que la primera vez
que saco medio cuerpo de la cama y se asomo, el chico le pregunto….”¿Qué buscas?”
y que ella le contesto que una zapatilla, que se le había colado debajo de la
cama….pero es que aún le quedaban dos veces más. A la segunda, se saca el medio
cuerpo de la cama y se vuelve a asomar….y el chico otra vez….”¿pero que buscas?”
y ella le dijo que había oído un ruido…y que él le dijo que se durmiera….pero
es que aún le quedaba otra vez y levantarse tres veces a mirar el pestillo….”¡ay
Señor! ¿Qué hago?” y dice que, siendo más fuerte la manía que la vergüenza, se
asoma la tercera vez…..y se tira de la cama….y el chico….¡pero Jacoba! ¿Qué cojones
te pasa?....y ella toda apurada le dice….”es que estoy oyendo ruidos sin parar,
voy a salir a ver si hemos cerrado bien la puerta”…y me contaba que había conseguido
mirar las tres veces debajo de la cama y asomarse una a tocar el pestillo, pero
aún le quedaban dos.
La segunda vez que tenía que tocar el pestillo de la puerta,
fue la más fácil, porque le dijo a su chico que iba a por agua y la tercera,
que iba a hacer pis. Yo no podía parar de reírme, porque me imaginaba la situación
y las caras del chico y el apuro de Jacoba de ver que eran más fuertes las manías
que el estar con su chico agustito. Pero entonces me cuenta que un fin de
semana se fue a visitar a su madre y se quedo a dormir y que nada, que se asoma
sus tres veces debajo de la cama y bien, que se va a la puerta a tocar el
pestillo, que estaba en la planta baja, porque es un dúplex y que bien, pero la
segunda vez que quería bajar a tocar el pestillo, se encuentra a su madre
plantada en la escalera y diciéndole….”Jacoba, acuéstate”…y ella….”pero mama,
sabes que no puedo dorm…..” su madre la interrumpía diciéndole….”Jacoba, estas
manías te las quito yo, ¡acuéstate!”….y que la mando para la cama sin poder
terminar su ritual.
No volvió a ir a dormir a casa de su madre en un tiempo,
porque estuvo sin dormir tres noches seguidas pensando en la mala suerte que
eso le iba a suponer….y yo le dije, que para compensar eso, que tocara el pestillo
cinco veces, cinco noches seguidas y así se disiparía cualquier indicio de mala
suerte….”mi novio me deja seguro, pero lo tengo que hacer, porque yo así no
puedo vivir”…..eso fue lo que me contesto. Yo no podía parar de reírme y ella
con una cara de agobio.
Al cabo de los años, por circunstancias de la vida, he
aprendido que un “TOC” es un trastorno obsesivo compulsivo….¡madre mía! Eso si
que suena fatal….¡muy fatal!....tengo que quitarme los “TOCS” esos como sea.
¿ Y tú? Que “TOCS” tienes?.
Jajajaj a ver te cuento algo q me pasa a mi y es superior a mis fuerzas...no puedo ver las toallas del baño de cualkier manera tengo q doblarlas la mitad y mitad hacia el centro... lo bueno es q en mi casa me da lo mismo hacerlo 200 veces lo peor es q vaya donde vaya pongo las toallas bien puestasssssssssssss jajajaj y luego pienso q leches mi importara a mi como tenga esta sus toallas... pues nada si no las pongo bien o como a mi me parece q estan bien... no estoy trankila... ainsss q raritas somoss... besos guapa mia
ResponderEliminarTren
Uy! yo creo que no tengo ninguna pero dejadme pensar que seguro que si.. besos a todos!!
ResponderEliminarMuy bueno pues yo de la que mas me acuerdo de momento es que cuando estoy en la mesa comiendo o cenando, estoy todo el tiempo quitando las migajas de alrededor de mi plato, tanto es asi que mi yerno en los Reyes me regalo una pala de esas que usan los restaurantes jajajajajaja....un besazo Coni
ResponderEliminarPORRI
Coni, que bien lo has relatado. Yo tuve una. Al levantarme de la cama, siempre tenía que apoyar primero el pié derecho. Y digo que tuve porque se me olvida y cuando me acuerdo ya he puesto los dos, sin darme cuenta de cuál ha sido el primero. Otras veces se me olvida todo. Será la edad... Un besito, Coni!.
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