la cosa rara.

¿Os acordáis de la casita de la playa?...¡si, esa del chupacábras!...pues en esa casita donde íbamos los veranos, había una placeta en la puerta donde nos salíamos a tomar el fresco por la noche y si se presentaba, pues nos dormíamos ahí también.

Una noche, nos salimos a la puerta mi sobrino y yo con una cervecita y un cigarrito. Nos encantaba apagar todas las luces porque estaba tan oscuro, que entonces podíamos ver todas las estrellas del cielo…nos tumbábamos bocarriba y ahí nos pasábamos los ratos hablando, fumando un cigarrillo y bebiendo café o cervecita fresca….¿hay algo mejor en verano?....A lo lejos se oían las olas romper en las rocas…..Era campo y playa.

Pues estábamos ahí una noche de un plácido domingo….cuando de repente, escuchamos unos sonidos raros a lo lejos, semejantes al llanto de un niño….o al gritar de una gaviota…era una mezcla rara. Yo me levanto y grito, intentando imitar esa cosa….”uuuaaaaahhhh….aaauuuuhhhhh”…entonces…silencio….cuando de repente, esa cosa gritaba otra vez, pero esta vez un poco más cerca….”¿has oído eso?, lo que sea se está acercando”…y veo como mi sobrino, que tiene el tio ya 33 añazos, no os penséis que era un niño, se levanta rápido y con cara de asustado. La cosa esa gritaba otra vez…y yo a imitarla….”aaaauuuuhhhhhhhhhhaaaaaahhhhhhh, uuuhhhiiiiiiiaaaaaaaahhhhhh”….silencio….mi sobrino se vuelve a sentar…pero al minuto, otra vez la cosa esa gritando….esta vez un poco más cerca. Mi sobrino me dice que me calle que le da miedo, pero yo como soy asi de buena….lo vuelvo a hacer….”aaayyy uuuuuuhhhh, aauuuuuaaaaaaaeeeeeeiiiiii”…silencio….y la cosa esa ya no decía nada….yo otra vez a gritar, para provocar a la cosa esa….silencio….Cuando de repente, oímos esa cosa gritar detrás del muro que nos separaba de los matorrales…..”aaaaaahhhhhhhhhhh”, (gritos de mi sobrino) “aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhh”, (gritos míos)…los dos corriendo para dentro de la casa, que hicimos tapón en la puerta y no podíamos pasar y mirando hacia detrás, porque la cosa esa gritaba casi en nuestra oreja….entramos, cerramos la puerta corriendo…y nos quedamos quietos detrás de la puerta y escuchando el dum dum de nuestros corazones….”vaya sustazo, oiga”…..Cuando veo que a mi sobrino se le cambia el color de la cara…y me dice….”Coni, ¡están todas las ventanas abiertas!....”nooooooooo!!!!”…los dos corriendo, cerrando las ventanas y con un ataque de pánico que apenas podíamos articular palabra….pero eso sí, ¡muertos de risa!....y la cosa esa ahí gritando en la calle a todo lo que le daba la garganta, o el pito que llevara, o lo que quiera que fuese eso, porque aun no lo sabemos….Mi hermana, su madre, nos dijo que eso era la señorita del monte….que hay muchísimas por esa zona….¡vaya usted a saber!.

Te quiero mucho sobrino mío….si a ti, a ese que le gusta tanto leer….y a todos…os quiero tanto…………..