Cuando tenia 20 años, año arriba, año abajo, trabajaba en una distribuidora de productos para la limpieza de los coches. Yo trabajaba en la oficina y tenía una compañera…mas maja…mas buena….mas bonica, en todos los sentidos….cuando se reía, se le cerraban los ojillos como un dibujito manga. Un día, el empleado de almacén se puso enfermo y nuestro jefe nos pidió el favor de quedarnos un rato mas para ponerle al abrillantador de salpicaderos, las etiquetas. Antes no venían ya montados, los teníamos que montar nosotros, en este caso, el chico del almacén, pero como estaba enfermo, ahí estábamos mi compañera y yo pegando etiquetas a los aerosoles. Estuvimos más de tres horas, después del horario de oficina y cuando terminamos la faena, yo me fui antes que ella porque ella vivía al lado del almacén y me dijo que se iba a quedar colocándolos en sus cajas para la distribución del pedido al día siguiente. Mi compañera era un poco mayor que yo, pero no mucho, tenía dos hijos p
Si te identificas con alguna de estas historias, es porque todos estamos conectados.