la broma

Yo soy muy bromista. Me encanta gastar bromas, pero eso sí, de buen gusto….solo para que alguien tenga algo que contar.

Cierto día, en una ciudad muy lejana, cerca de la capucheta bermella….una noche salimos mi sobrino y yo a tomar unas copas con unos amigos. A la hora de volver a casa, decidimos ir caminando porque hacia una noche espléndida. Caminando y caminando a altas horas de la madrugada y con un pedo en lo alto para flipar, nos entro un hambre que nos comíamos la luna en forma de queso….y vimos una gasolinera abierta, de esas que tienen una tiendecita que hay de todo….Entramos y mi sobrino se acerco al mostrador a comprarse un bocata de esos de “carne de cangrejo” “ensaladilla de aceitunas” “tomate con migas” “pollo con avellanas” ….y cosas así raras con las que hacen los bocatas esos de gasolinera….y yo me fui a lo dulce, que era una estantería llena de bollos con chocolate y chocolatinas y de todo.

Mientras fisgaba lo que había y mientras mi sobri se elegía un bocata de “gazpacho con conejo al ajo cabañil”, me acerco a la estantería de los chocolates a coger uno, pero veo que un guardia de seguridad (guapísimo) me estaba espiando….¿es que tengo yo cara de choriza? ¿o es que soy guapa?...no sé, y pensé en gastarle una broma….lo miro y lo llamo con la mano….”ven, ven”, el seguridad se me acerca poniendo atención a mis gestos y le digo toda convencida, (soy buena actriz)…”oiga, señor guardia, ¿se puede poner usted delante de mí, que quiero chorizar unos pastelitos y no quiero que me vea el gasolinero?”….el guardia no daba crédito a lo que estaba oyendo….y me dice…..”si tienes hambre y no llevas dinero, yo te lo presto, pero no se puede hacer lo que vas a hacer” “ y menos pedirme que te tape, ¡que soy el guardia de seguridad!.....jo, a mi me entro la risa…y le dije que solo era una broma….que me disculpara…y me Salí a la puerta a esperar a mi sobri que saliera con los bocatas de “puerros encebollados al pollo chilindrón”…..A los cinco minutos, sale el guardia que no me quitaba la vista de encima…se me acerca y me da un pastelito de chocolate. ¡Buah!, se me rompieron los esquemas….le dije que solo había sido una broma, que me encantaba gastar bromas para ver la reacción de la gente….pero le cogí el pastelito y le di dos besitos….y él me miro con ojos de cordero degollado.

Sale mi sobrino con los dos bocatas de “carne de sinfonier con salsa de armario” y me dice, ajeno a todo…..¿nos vamos?....el guardia me mira….yo lo miro, le sonrío….y me fui con mi sobrino a devorar el bocata de “crema de pistachos al ajo arriero somos y en el camino nos encontraremos”.