Hace como cosa de ocho o nueve años fuì al cardiologo porque me notaba unos latidos raros en el corazón...era como si notase la sangre pasar por una tuberia. Decidí ir al cardiólogo. Me pidió una serie de pruebas y yo se las llevé todas, electro, radiografia, la tensión tomada, análisis de tiróides y algo más que no recuerdo. Entro a la consulta y lo primero que hace es tomarme la tensión otra vez. Es tanto mi nerviosismo que la tenia disparatada y me dice el buen hombre, que después me la tomará otra vez, que estoy muy nerviosa. Acto seguido, me dice que pase a la camilla, que me tumbe y que me quite el sujetador...(ay que querrá este buen hombre ahora)....la enfermera prepara el ecocardio y yo me quito el sujetador dejando al aire mi par de calandracas...se me sienta al lado en la camilla y se me pone a acariciar el cuello...(pero neneeeee, que haces?)...y claro, yo toda nerviosa pensando..."ahora me va a besar", pero no, sólo estaba buscando la arteria que pasa por el cuello...me mira muy serio y me dice..."estas como una moto"... y yo pensando...."y tu como un trén" pero claro, el se referia a que me latia muy fuerte el corazón. Acto seguido me dice..."bajate la cremallera del pantalón"....ay dios!!! pero que esta pasando?....y yo voy y me la bajo....y va el buen hombre y me mete la mano por los pantalones y se pone a palparme la ingle...."que buscara este hombre?"...pues buscaba otra arteria que pasa por ahi, se vé. Despues se pone a acariciarme los tobillos, eso pensaba yo, pero no, sólo buscaba otra arteria que pasa por los tobillos, pero antes me habia dicho que me bajara los calcetines....madre mia!!! no sabia yo la aventura que suponia ir al cardiólogo....Y para rematar la faena se pone a apartarme la teta para llegar con el chisme ese del ecocardio al corazón....ay señoras, vayan una vez al año al cardiologo, es un verdadero placer.....¡ah! no me encontró nada en el corazón...y se he ma olvidado deciros que estaba el buen hombre para mojar pán. Saluditos cardiologo.
Una noche cualquiera, de un día cualquiera, me estaba cocinando una tortilla francesa con dos huevos. A la hora de darle la vuelta, la sartén, como estaba viejecita la pobre, pues se me quedaba pegada la tortilla en su fondo….yo le intentaba dar la vuelta como Argui, pero la tortilla, se me resistía y aunque con dificultad, al final lo conseguía….pero claro, se daba la mitad la vuelta y por el centro, se quedaba adherida a la sartén….y la demás tortilla, se desparramaba por toda la encimera….”ains, tendré que comprarme una sartén nueva”….decía mientras recogía los trozos de la encimera y los tiraba a la basura. Otro día cualquiera, intente hacerme otra tortilla francesa, con dos huevos. Puse la sartén a calentar con una pizca de aceite….se calienta y echo los dos huevos batidos…..cuando le intento dar la vuelta….¡zas! otra vez media tortilla pegada en el fondo de la sartén y la otra mitad esturreada por toda la encimera….”ains, de mañana no pasa que me compre otra sarté
Yo creo que los médicos ante esta situación y si la paciente está de buen ver, algo tienen que sentir. A mí me pasó un caso con un fisioterapeuta que fue descarado.
ResponderEliminarMi pareja necesita ir a menudo al masajista y a mí que se me da bien, me presto a dárselo. Yo, trato de ser lo más profesional posible pero en muchas ocasiones lo he tenido que dejar a medio. ¿Ya...? Me dice. Y yo le digo: ¿ que quieres, que me pase la noche en vela?. Quizá tenga que practicar más para eliminar esos instintos. Un abrazo, Coni!.