Llegue a casa sobre las seis y media….veníamos de enterrar a tu padre….Al entrar vi el pasillo más largo que nunca y camine muy despacio sin saber en qué habitación meterme. De repente, asomaste tu cabecita por la puerta del cuarto de estar…pequeña, con apenas cuatro añitos…me miraste….me agache y te abrace…no sentía nada, ni tan siquiera tristeza…y fue justo en ese momento cuando me miraste con esa carita y esos ojos redondos negros…justo en ese momento se produjo el milagro….Me cogiste de la mano y me dijiste…”mama, vamos a ver la tele” y tiraste de mi mano….¡¡¡ahí me salvaste la vida!!! Ese tirón de tu mano en la mía me salvo de un mundo de tinieblas y tristeza, inhóspito y frio. En ese momento decidí seguir viviendo y pasarme la vida a tu lado para devolverte el favor que me acababas de hacer. Me rescataste del fondo del pozo al que estaba dispuesta a tirarme.
Ahora ya eres mayor y licenciada en lo que siempre te ha gustado. Empezaste a estudiar a los cuatro años y aun no has parado, pero tu verdadera vocación empezó aquel día que tiraste de mi mano.
Tu nunca me has pedido nada, ¡jamás!, ¡jamás me has exigido nada!, te has conformado con lo que hemos tenido y si has tenido algún capricho, has ahorrado como has podido, que solo tú sabes los sacrificios que te habrá costado. Siempre nos hemos respetado y si tú has tocado las palmas y yo no he sabido hacerte el redoble, te he pedido perdón y viceversa.
Te he enseñado a vivir con lo que tenemos y a no necesitar nada que no tengamos, cosa que tú has aprendido tan bien, que ahora me lo enseñas tu a mí. Te he enseñado el valor que tiene el dinero, ni mas, ni menos. Te he enseñado a compartirlo todo y lo has aprendido con creces; por eso ahora quiero que seas la mujer más feliz del mundo, dentro del mundo que conocemos. Por eso ahora quiero que sepas que eres lo único importante que hay para mí y quiero que todo el mundo sepa que lo que he hecho por ti, ha sido con todo el amor y todo el cariño del mundo y que para mí no ha representado ningún sacrificio, al contrario, me has hecho sentir importante y útil…y quiero que el mundo sepa que me has dado lo mejor que un hijo puede dar, que es la confianza, el respeto y el amor. Quiero que sepa todo el mundo que las dos hemos estado metidas en esto desde el principio y quiero que todo el mundo sepa que lo volvería a hacer una y mil veces si volviera a nacer…cogidas de la mano.
Gracias por salvarme la vida mijica.
Coni... me recuerda tanto a la historia por la que tuvo que pasar mi madre!
ResponderEliminarYo perdi a mi padre con 6 añitos.. mi hermana mayor...15... y entre ella y yo...cuatro hermanos mas...
Qué luchadoras...que dos pares teneis!!
sublime, que manera de redactar!!! haces que sintamos las historias como si nos pasasen a nosotros mismos. felicidades coni
ResponderEliminarArturo
Como siempre, sin palabras...... besos bonica, a ti y a esa preciosidad q tienes por casa.
ResponderEliminarsiempre que te leo llueveeeeeeeeeeeeee.....nube
ResponderEliminarque bonito Coni, cada dia te superas con tus historias
ResponderEliminarojala mi madre me dijera a mi esas cosas pero mi madre ni me las dice ni las hace
ResponderEliminarLa madre que me parío!!!como empiezo la semana, leyendo tu relato y llorando a moco tendío..... Eres única y te admiro por ello. Un besazo
ResponderEliminartiti guapa escribes como los mismisimos angeles
ResponderEliminarbuenisimo
ResponderEliminarQUE BONITO
ResponderEliminarEsto es lo mas bonito que he leido jamas y tan lleno de sentimiento, te felicito pivon, que eres un pivon
ResponderEliminarSólo pensarlo, he visto en ti, soledad,desolación, desorientación. Ese momento de darte la mano para guiarte, te marcó eternamente. Te lo dio todo... las ganas de vivir y luchar en la vida. Si a esto le unimos la maravillosa forma de ser y su comportamiento ejemplar, te hace ser la madre con más ganas de vivir. No he podido ni querido dejar de exteriorizar mis sentimientos. Dos besos!.
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