Su nave aterrizo en un desierto. Era preciosa… era como los humanos, pero su piel no era de piel, ni su cabello era cabello. Estaba compuesta por materia desconocida para los terrícolas. Se trasladaba de un sitio a otro de tal manera, que no la veías… no la notabas… y no la sentías. Vino a parar a una ciudad muy ciudad, una ciudad muy moderna, una ciudad muy ruidosa… con muchas luces, muchos rascacielos, muchos parques… Cristalda había hecho su viaje a este planeta para recoger unas muestras de pelo, con el solo inconveniente, que en el suyo, el solo roce con uno de ellos (pelos), les causaba la muerte. Tenían dos leones y una cebra en Tiriton, (así se llamaba su planeta), que habían abducido una vez que vinieron a husmear, con el fatal desenlace, que quienes los investigaron, murieron al contacto con el pelo… pero para acabar su estudio científico, necesitaban pelo humano… para ver si en un futuro, podrían convivir Tiritones y terrícolas juntos. Cristalda caminaba
Si te identificas con alguna de estas historias, es porque todos estamos conectados.