Me he levantado a las cuatro de la mañana… no podía dormir… me he vuelto a acostar y me he paseado por las redes sociales a ver que se cuenta la gente… eso me da mucho sueño y me he vuelto a dormir… de repente, he gritado y te he llamado pero no me oías… una y otra vez… me he levantado y he ido a tu cuarto… intentaba despertarte, para que a su vez, tú me despertases a mí, pero estabas dormida… de repente me he visto otra vez acostada en mi cama y gritando… me vuelvo a levantar y me voy a tu cuarto… esta vez reptando por el suelo… intentaba despertarte, pero tú no me oías… dormías. Gritaba y gritaba sin poder mover ni un solo musculo de mi cuerpo, detrás de mi aparecías tu diciéndome que no me ibas a despertar… yo te decía que, por favor, me movieses el brazo violentamente como siempre… tu volvías a tu cama y yo gritaba que no. Repto por el armario empotrado… cuando llego al altillo, donde están las mantas, que ahora no hay porque es invierno, me tiro al suelo, con el
Si te identificas con alguna de estas historias, es porque todos estamos conectados.