Me llamas por la ventana y me dices que suba a merendar. Subo, me duchas y me das pan y chocolate, te digo que me voy al patio a jugar y me dices que me lleve a mi hermana pequeña y que tenga mucho cuidado con ella… tu estas cosiendo, al lado de la radio, escuchando una novela. Me voy al patio y juego con mis amigas… y mi hermana pequeña siempre a mi lado, con esa cara de pillica… la miro y me hace sonreír. Me dice que se quiere ir a casa contigo mami, que se hace pipí… y yo la subo, intento dejarla contigo, pero tú me dices que me espere y que me la lleve otra vez, que tienes que hacer la cena y contigo se aburre. Me la llevo otra vez al patio con mis amigas. Me llamas otra vez por la ventana… “Coniiiii”, (esto me recuerda a la hija de la omaita llamando al Josua)… “sube que ya está la cena”. Subo con mi hermana pequeña, me voy contigo al baño mientras que la duchas y me dices que la entretenga mientras le haces su papilla… yo me la siento en las rodillas y le canto e
Si te identificas con alguna de estas historias, es porque todos estamos conectados.